Defectos leves
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Me resulta fantástica la manera en que nos vamos autosaboteando conforme crecemos. Desde que somos críos adoptamos hábitos que, una vez nos convertimos en adolescentes y luego en adultos, se encuentran tan instalados en nuestro subconsciente que los aceptamos como verdades absolutas. Es lo que creemos. De esta forma, es verdaderamente complicado llegar a ser la persona más importante del mundo.
¿Realmente somos libres en nuestro comportamiento diario, o hacemos y actuamos conforme nos enseñaron y esperan de nosotros? ¿Y si aquel modelo sobre el que nos educaron ya no vale?¿Y si resulta que nunca es suficiente para considerar que hemos cumplido con las expectativas de los demás?
Bronnie Ware, enfermera experta en cuidados paliativos y enfermos terminales, publicó un estudio donde mostraba algunos de los principales arrepentimientos de la gente antes de morir. Según ella, el arrepentimiento más común es «ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera». Otro arrepentimiento común es «ojalá no hubiera trabajado tanto», porque eso «les había hecho perder el equilibrio y como resultado habían perdido muchas cosas en su vida».
La felicidad no radica en ser lo que se supone que debemos ser según nuestros maestros, padres y tutores. Ellos nos dieron las directrices a seguir, pero sólo eso. A lo largo de la vida probablemente toque caerse, levantarse, reinventarse y renacer en varias ocasiones, y puede que los patrones aprendidos no siempre resulten útiles sino todo lo contrario.
Y es a la hora de afrontar esos momentos cuando se hace presente la fuerza de superación que todos poseemos, la ilusión por la vida, las ganas de crecer. Es entonces cuando se manifiesta la necesidad de desaprender algunos de esos hábitos, de superar esas creencias grabadas a fuego en nuestro cerebro basadas en el «no puedo», «no sé», «me falta», «no tengo»… que a veces afloran. Porque sí que puedes, sí que sabes, nada de eso te falta y sí que tienes.
En cualquier caso, no esperemos por favor a encontrarnos en el lecho de muerte para arrepentirnos de lo que no hicimos, no emprendimos, no dijimos o no nos atrevimos. Estás vivo AHORA. Despierta a tu niño, al que todos llevamos dentro. Aprovéchalo, no dejes nada en el tintero, encuentra tu misión y lánzate a por ella. CREA Y CREE. ¡Como si te fuera la vida en ello!
Te animo a que te conviertas en la persona más importante del mundo.
Abrazos, Rafa Ferrer.
http://www.youtube.com/watch?v=JFRUFRZezWw
Seguro que me he dejado algo en el tintero. ¿Qué crees que falta?¿Estás de acuerdo con lo expuesto? ¡Deja un comentario o jamás lo sabremos!
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